sábado, 17 de mayo de 2008

Mantenerse de pie

No sé si es la casualidad o es la vida las que me han permitido conocer en los últimos meses a personas que padecen graves enfermedades. Quizás nunca hasta ahora me había planteado el valor de la salud, porque es un "bien" del que he disfrutado de manera normal y lógica. Es como si el estar sano, o mejor dicho, el no padecer una enfermedad, formara parte del "paquete" de mi vida... Y sin embargo, en muy poco tiempo me he dado cuenta de que no es así.
Al final, cuando pasa tan cerca de uno mismo la enfermedad, cuando la reconoces en aquéllos a los que quieres, te das cuenta de que, a pesar de lo que nos creemos, somos seres frágiles, vulnerables... y, lo peor de todo, que la posibilidad de "ser tocados" por el sutil "dedo" del dolor, no está en nuestras manos, es algo ajeno a nosotros mismos, que no controlamos, no decidimos, convirtiéndonos de alguna manera en un caprichoso fruto del azar.
¿Acaso no es un azar haber nacido donde hemos nacido? ¿haber disfrutado de una razonable calidad de vida? ¿no haber sufrido carencias básicas? ¿disfrutar de una seguridad real a nuestro alrededor? Me pregunto en ocasiones cómo sería yo si en vez de haber nacido en un país europeo, en una familia de clase media, hubiera nacido en un país africano, en el seno de una familia que vive en la miseria...
Pero volviendo a quienes he conocido últimamente, personas que soportan o acarrean una enfermedad grave... siento que me han interpelado mucho, porque me enseñan otra manera de ver y de vivir la vida, un significado más real de lo que llamamos esperanza, optimismo, alegría... sentido, al fin.
Me han enseñado lo que es luchar, lo que es creer, a vivir el "ahora" y agarrarse al momento presente como si de un pequeño tesoro se tratara. Me han ayudado a creer más en mí mismo, a sentirme fuerte ante las adversidades, a relativizar lo relativo (que es... casi todo), a valorar lo que, como dice una oída frase, es lo más valioso de nuestra vida, aquéllo que podríamos salvar en un naufragio...

No hay comentarios: