sábado, 7 de junio de 2008

sentirse vivido

A veces los recuerdos traen consigo dolor y nostalgia... y un sabor a ausencia que me recuerda el hombre que una vez quise ser y ya no logro encontrar. La vida y la muerte caminan de la mano en un inacabable "sí pero todavía no", como anticipándome lo que ya la vida me va quitando poco a poco.
Pero la ausencia más penetrante es la de ese yo perdido, que murió un día con el desamor de la persona amada. Porque el amor, más que ninguna otra experiencia, me hace sentirme vivo, no sólo por la vida que yo absorvo y hago mía, sino sobre todo por la vida mía que es vivida por quien amo. "Sentirse vivido" por alguien, saber que alguien "te vive", haciendo de ti una parte de sí.
Quizás por eso el desamor es la enfermedad más dolorosa, de la que más cuesta sanar... porque una parte de mí ha muerto con el no-amor de quien yo amo... y es una muerte sin resurrección, sin regeneración... es una ausencia eterna que sabes ya nunca podrás llenar; es la pérdida de ese ser-compartido que quise ser y que murió en el alma de quien lo tenía hecho suyo.