viernes, 11 de marzo de 2011

Si el necio aplaude, peor

Ayer, en la Asamblea de Madrid, el Consejero de Transportes e Infraestructuras -un "tal" José Ignacio Echeverría- recriminó entre risas a un miembro de la oposición que le hablara del "Metrobús", diciéndole que no existía...
Hasta ahí la "anécdota" de un personaje que, siendo responsable de los transportes en la Comunidad de Madrid, desconoce la existencia de un título de transporte -el de 10 viajes- que usan decenas de miles de ciudadanas/os cada día. Sobran palabras...
Pero más allá de este lamentable acto, que evidencia la categoría de los políticos que elegimos y nos representan, está el hecho, para mí más grave aún, de los vítores y aplausos con los que su "clá política" le premió tal desmán, encabezados por la presidenta de la Comunidad y su "séquito". Y es que, como dice la fábula, "si el sabio no aprueba, malo; si el necio aplaude, peor".
El problema es que detalles tan plásticos como este se suceden a menudo en los parlamentos y foros donde nuestros políticos "debaten nuestros problemas". Y los ciudadanos ya nos hemos acostumbrado a la mediocridad, a la exhibición impúdica de la ignorancia y la prepotencia de quienes dicen representarnos.
Ojala tomáramos nota de cosas como ésta y nos decidiéramos ya a hablar, a clamar, a reclamar y a buscar otras alternativas. Porque como decía Gandhi: "lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena".